jueves, 28 de abril de 2011

DE CÓMO LAS PERSONAS SE AUTO ENGAÑAN Y OTROS CUENTOS

Ayer fui invitada a almorzar por un amigo que hacia largo tiempo no veía, me sorprendió su llamada cercana a las 11 de la mañana preguntándome cuales eran mis planes para este mediodía, acepte el reencontrarle después de casi dos años sin habernos contactado. De alguna manea presentía que necesitaba hablar…
No me equivoque, después de los saludos y las preguntas obligatorias ante tanto tiempo sin vernos, comenzó una especie de “monologo/análisis/justificación”, sobre su pareja actual y lo que sería el futuro de ambos.
Ya hace algunos años habíamos hablado de mi teoría sobre el amor en pareja.  Según mi modesta opinión, el amor de pareja es solo la suma de un amor individual y totalmente personal;  si somos capaces de querernos, aceptarnos y sobre todo ser y estar felices con nosotros mismos, cuando llega a nuestro lado una persona que comulgue con estos principios, solo habrá suma de amor y de felicidad, por tanto será + x + = + (mas), o sea mucha felicidad pero, si quien llega a nuestra vida es alguien que depende de otros para encontrar el camino a su realización, amor y felicidad, entonces la formula se convierte en + x - = desigual felicidad, menos armonía, drenaje de energía y lo peor, co-dependencia para vivir, o lo que es lo mismo, menos.
Las cosas así, el comenzó entonces a enarbolar la cantidad mayor de justificaciones que he escuchado en mi vida, hablaba sobre sus hijas, (ya mayores de 18 años), hablaba sobre los familiares de su pareja, hijos inclusive, las decisiones económicas y laborales de ambos, las responsabilidades y los deberes de ambas parte, etc.
Comencé a ver el laberinto en el que se había tornado la vida de alguien capaz, inteligente y sobre todo, lo que podríamos llamar una verdadera buena persona.
Y se me ocurrió pensar, cuantas personas en el mundo están enredados en este mismo conflicto, sin tener claramente abierto el sentido de entender la vida, tal y cual es…
Comencemos por aclarar que nuestros hijos son nuestra responsabilidad hasta un punto, somos absoluta y completamente responsables de atenderlos, alimentarlo, protegerlos y sobre todo nutrirlos en educacion y preparacion en la vida, cualquier cosa que le enseñemos, repercutirá en el adulto que debemos formar, ESA ES NUESTRA MAYOR RESPONSABILIDAD para con ellos.  Una vez llegados a la mayoría de edad, es perfectamente lógico y humano que le sigamos dando apoyo incondicional y sobre todo que sepan que pueden contar con nosotros como los mejores y únicos seres que les aceptaran siempre como son.  Pero esto no significa que en el camino de susu vidas no llegaran amigos invaluables, amores que hay que vivir y decisiones que hay que tomar sin nuestro concurso ni participación, de igual manera que hemos “vivido”, les debemos el derecho a que ellos hagan lo mismo.  Por tanto, el escudarse detrás de los hijos para sí o no tomar una decisión de total adultez, es algo tan ridiculo como absurdo.
Responsabilidades económicas, ese es otro aspecto que no puedo entender que se plantee;  cómo es posible que alguien diga no sé como dejarle, si la o el pobre, no tiene solvencia, o quiero dejarlo cómodo o cómoda… etc.
Esto no se está pensando o haciendo por la otra persona, eso se hace porque la conciencia no nos dejaría vivir si no lo hacemos, nos convertimos en co-dependientes de la estabilidad económica de alguien, proveedores de segunda mano y creemos garantizar menos daños si al irnos no les dejamos económicamente débiles… queridos amigos ahí lo que se está haciendo es COMPRANDO TRANQUILIDAD! Donde queda el amor y los compromisos emocionales entonces?
Por último, estar en pareja, no significa colgarnos un ancla al cuello que habremos de llevar para toda la vida;  si el amor, el deseo, la pasión, el cariño pero sobre todo el respeto y la admiración, se debilitan o van al traste, lo mejor es decir adiós, se termino, aun tengo respeto por mi y no quiero ni engañar, ni fingir, tampoco quiero llegar a la indiferencia o a los rencores que lo cotidiano compartido en desacuerdo, puede llegar a acarrear, esto sin nombrar a la lastima, la piedad y algun que otro sentimiento casi altruista que algunos enarbolan, rebajando tanto a quien lo siente como a quienes van dirigidos.
Vale más quedar como amigos con honestidad y respeto, que intentar prolongar algo enarbolando todos estos falsos compromisos, que solo son justificaciones a nuestra cobardía y que a la larga dejan siempre un muy amargo sabor cuando al fin se termina,  o peor aún, cuando al final de los días, comprendemos que hemos sub-vivido en una mentira que no solo nos daño a nosotros, si no que nos convirtió en responsables y victimas de daños a terceros…
Para mi amigo y para todos los amigos que me leen, no olviden que la realidad es mucho más fácil que el tropel de ideas que dejamos se adueñen de nuestras vidas y pensamiento; la simplicidad en la razón por la cual podemos llegar a soluciones mas rápidas y caminos mas expeditos, hay que dejar de pensar por los demás y si valorar lo que realmente los otros piensan y desean, ESO ES RESPETO POR ELLOS Y POR NOSOTROS MISMOS. Y no olvidemos que el respeto al derecho ajeno es la paz… no porque sean nuestros hijos, nuestras esposas o esposos, nuestro/as amantes o amigo/as, hemos “comprado” sus pensamientos  o criterios, nunca se termina de conocer a la persona que convive a nuestro alrededor, dejemos que cada cual labre su destino, no manipulemos, no dependamos ni hagamos dependientes… seamos felices y dejemos que otros también labren su felicidad… ahí y como siempre, se los dejo de tarea…