DEPRIMIRSE O NO DEPRIMIRSE... he ahi la cuestion!

Hoy es un día cualquiera de esos en que entra el sol por una ventana, los autos pasan apresurados y escandalosos, va calle abajo un chico en una patineta y todo esto y mucho más, puede estar sucediendo en cualquier lugar del mundo…

Que podemos hacer si aun sabiendo apreciar estas simples pero hermosa cosas que la vida nos regala, nos sentimos “bajonados”,  “depres” o con “gorrión”?

Quisiera decir “todo está bien!”… me encantaría tener la facilidad de palabras como para lograr convencerme a mi misma de eso, de que todo está bien… miro a mi alrededor y veo hijos sanos, un techo sobre mi cabeza, sanos y seguros alimentos que llevarme a la boca cuando el hambre ataque, artículos de primera necesidad y hasta de segunda y tercera… en fin, no me puedo quejar, es más! No debo quejarme!... pero… estoy “depre”, tengo “gorrión”, me siento “blandita”  por dentro… que le puedo hacer?!

Últimamente, ante la furia de meditación, hinduismo, budismo, new ages, medicina alternativa, herbolaria y un sinfín de opciones y de nuevos caminos filosóficos, sin contar la cantidad desmesurada de Iglesias de todo tipo que existen, es casi imposible que alguien pueda decir simplemente “me siento en baja”, o un sencillo “estoy deprimido/a”, es como si desatáramos un vendaval de razones que las personas se creen en la obligación de endilgarte para que NO LO ESTÉS!   Falta poco para que, cuando estemos por las calles de cualquier ciudad o entremos en un lugar público, veamos los típicos letreros de NO FUMAR con su homologo al lado que diga NO DEPRIMIDOS… y es que aceptar que estamos deprimidos es casi como decir, tengo una enfermedad terminal!  Tratan de hablarte de todo aquello que nunca te han dicho y que, lo más probable, no hayan creído ni pensado jamás! Comienzan con una perorata interminable alegando mil razones del  por qué NO puedes estarlo, te abarrotan tu dirección del web con interminables e-mail de textos de Gandhi, Pablo Cohelo, etc. Y por el Face Book, te llega el poemario completo de Facundo Cabral, afirmando que no estás deprimido, si no entretenido o equivocado y así, hasta que al final terminamos deprimiéndonos por no podernos deprimir…

Recuerdo un pasaje de mi vida, en el cual pase por una ruptura romántica, dejándome por algún tiempo en un lógico estado depresivo.  Un grupo de conocidas, se empeñaban a toda costa en levantarme los ánimos e intentaban mantener mi atención lejos de lo sucedido, sacándome a diario a pasear.  Amantes del baile, era parada obligatoria cualquier centro nocturno de la ciudad, donde hubiera buena música bailable, ellas, se animaban muchísimo sin reparar las pobres en que las letras de las supuestas alegres canciones, son lo más triste y frustrante que existen.  Difícil fue para ellas, entender que aquello no era el mejor remedio para mis males de amor…

Al cabo de los años, pienso que  es maravilloso que todos esos compositores alrededor del mundo no tuvieron quienes les trataran de aliviar sus “depresiones” porque si no, como hubieran podido crear tantos temas de amor, hermosos y muy románticos (no importa el ritmo que tengan), con los cuales muchos se identifican y que hoy hacen las delicias de los enamorados y de los despechados también? …  si no hubiera depresiones, como existirían boleros, tangos y hasta salsas, además de muchos poemas?

Todo en exceso es malo, hasta el agua.  Por tanto, de igual manera que de todo un poco crea el balance, también dentro de las emociones podemos tener algo de depresión, sin caer en los extremos, claro está!  Sentirse un día “bajonado”, triste, melancólico, nostálgico, con pereza, con ganas de llorar sin razón aparente, caer en brazos de Morfeo fuera de horarios… es a veces necesario, pues de que manera entonces, recobraremos nuestro estado “normal”,  si no hemos podido saber o pasar antes por estos momentos?  

Creo que leeré un poco menos sobre cómo evitar la depresión y trabajare un poco más en como los seres humanos debemos aceptar que cada día trae su propio afán y que no todos los días TENEMOS que estar con una sonrisa de cordal a cordal.

Mientras tanto, pondré algunos CD’s de Gardel y Lepera, Manzanero, Luis Enrique y hasta de mi amigo Chein García, que cuentan historias de amor, algunas de ellas con un toque grande de depresión pero muy hermosas igualmente y disfrutare estar deprimida por algunas horas… me acompañan?